
Sullivan nació en Boston y estudió arquitectura en el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Más tarde viajó a Francia, donde estudió por un año en la Escuela de Bellas Artes, al tiempo que trabajó en un estudio de arquitectos.
La escuela de Chicago fue un estilo arquitectónico surgido a principios del siglo XX en la ciudad de Chicago (1910). Fue pionero en la introducción de nuevos materiales y técnicas para la construcción de grandes edificios comerciales, con estructuras de acero y recubiertos de mampostería.
Según los expertos, en 1875 Louis Henry Sullivan se estableció definitivamente en Chicago, donde trabajó como dibujante hasta que en 1881 fundó su propio estudio, junto con Dankmar Adler.
Los estudiosos de su obra afirman que uno de sus primeros trabajos en equipo fue el famoso proyecto para el Auditorium de Chicago (1886-1889), un enorme edificio que incorporaba hotel, oficinas y el teatro propiamente dicho, cuya extraordinaria acústica lo convirtió en una obra modelo.

En 1904, Sullivan construyó su obra maestra en solitario, el almacén de Carson Pirie Scott (en un principio conocido como Schlesinger and Meyer), uno de los mejores ejemplos arquitectónicos de la escuela de Chicago.

Su famosa afirmación de “la forma sigue a la función” se convirtió en “leif motiv” para muchos de sus colegas, aunque él nunca la aplicó de forma literal, sino tan sólo en el sentido de que la idea de un proyecto podía partir simplemente de sus consideraciones funcionales.
En contraste con estas obras casi tradicionales, los escritos de Sullivan, especialmente los “Kindergarten Chats” (Charlas de jardín de infancia, 1901) y “Autobiografía de una idea” (Nueva York, 1924), contienen sorprendentes apreciaciones sobre el desarrollo de la arquitectura moderna. De hecho, en todas sus obras empleó un exquisito lenguaje ornamental, incluso en los rascacielos. Sullivan falleció en la ciudad de Chicago el 14 de abril de 1924.